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Compostar los residuos, nos permite reducir su volumen a un tercio y convertirlos en un abono benéfico para el suelo y las plantas. Además de la huerta, es posible abonar plantas ornamentales, árboles, césped, entre otros.

Es un proceso biológico, llevado a cabo por microorganismos fundamentalmente de tipo aeróbico, bajo condiciones controladas de humedad, temperatura y aireación, en el que se transforman los residuos en abono.

 Los residuos orgánicos que se generan en el hogar tienen como origen la cocina y el jardín. Pueden ser clasificados según su contenido de nitrógeno (verdes y húmedos) y carbono (marrones y secos)

 

 

Un buen compost se logra con la mezcla de un 50% húmedo y 50% seco.
El compost no tiene olor. Si esto ocurriera, es que a tu compost le faltan restos secos, que es lo que le dá estructura y permite que el proceso sea aeróbico, es decir que tenga oxígeno.

 

 

Qué residuos se pueden compostar?

HÚMEDOS

-cáscara de huevo.

-cáscaras y restos de fruta/verdura.

-Cítricos en pocas cantidades (naranja, limón, mandarina, etc)

-Cebolla y ajo (en pocas cantidades).

-filtro de café

-yerba

-saquitos de té

 

SECOS (estructurantes)

-cáscaras de frutos secos (nueces, maní, etc)

-Papel de cocina

-Fósforos usados.

-Hojas, flores, ramitas.

-Papel de cocina, cartón.

-Aserrín y viruta de madera no tratada.

 

Agregar residuos “secos y marrones” trae ventajas:

Aporta estructura a la pila, mejorando la circulación de aire.

Absorbe el exceso de humedad disminuyendo los olores.

 

 

Qué residuos NO se pueden compostar?

-Excrementos de perros y gatos.

-Grasas
-Carnes

-Lácteos

-Colillas de cigarrillos

-productos químicos

-plásticos


-Metales


-Vidrios.

-Alimentos procesados y comidas elaboradas.

-Maderas tratadas con productos químicos

 

 

CÓMO COMPOSTAR?

Nuestras composteras son de plástico reciclado. Pueden estar a la intemperie sin ningún problema.
Te recomendamos que la ubiques en un lugar de sombra, apoyada en una mesa para facilitar la recolección del lixiviado. NO le debe dar el sol y menos en épocas de calor.

 

 

 


Armado de compostera:

Desde abajo hacia arriba este es el orden:

-Mesa
-cajón de lixiviado
-cajón sin tapa (si tenes más de 1 cajón)
-cajon con tapa.

Comenzamos en el cajón superior, el que tiene la tapa.

Sobre la base del cajón superior ubicaremos una primera capa de marrones y secos. En un costado colocaremos las lombrices californianas. Es muy importante que no las desparramemos por todo el cajón.

Ahora ya podemos colocar los residuos orgánicos (fruta, verdura, yerba, café, etc) NO tiremos todo de golpe. Las lombrices tienen que aclimatarse, el primer mes vamos a ir a poco.

Siempre conviene que la última capa de residuos sea de “marrones y secos” para absorber el exceso de humedad y enmascarar olores.

Tapamos los residuos húmedos con la bolsa de secos que recibimos. (ambas bolsas son compostables)

 

Recordá que cuanto más chiquito sea todo lo que pongamos, mas rápido será el proceso de descomposición y más capacidad tendrá nuestra compostera.


Una vez por semana removemos bien los residuos de los cajones, para que entre más aire y se descompacte lo que pueda haber quedado apelmazado.

Recomendamos elegir un recipiente que nos quede cómodo para ir tirando los residuos diarios. Los tachos de zinc de 9 litros son una excelente elección!

También es importe tener un lugar para acopiar secos, recomendamos el tacho de zinc o el baúl de secos!

 

Es importante verter los residuos haciendo capas alternadas en formato tipo sándwich, comenzando por los “secos y marrones” seguidos de los “verdes y húmedos”.

Verter mucho residuo “verde y húmedo” todo junto compactará demasiado la mezcla, reduciendo el oxígeno disponible y probablemente pudriéndolos. Al revés, disponer mucho residuo “marrón y seco” inhibirá el proceso. El formato tipo sándwich, de capas alternadas, evitará que el material se apelmace.

 

Una vez que llenes el primer cajón, sacas la tapa, se la

colocas al cajón vacío, este lo colocas arriba, el cajón lleno

quedará en el medio y volvés a empezar.

 

 

Lombrices

La especie más utilizada es la Eisenia foetida, lombriz roja californiana. Fisiológicamente se destaca por su capacidad para sobrevivir y adaptarse a condiciones controladas.

 

Esta lombriz aprovecha todo tipo de alimento. Por día consume el equivalente a su peso (aproximadamente 1 g) y elimina la mitad como lombricompuesto (0,5 g) aproximada- mente. Su tasa de reproducción es 1:16, es decir en tres meses duplica su población.

 

Las lombrices suben solas por los cajones pero podemos acelerar el proceso pasándolas de manera manual. Por ejemplo, ubicando sobre el compost un “Rescata Lombriz” con una capa de alimento fresco de unos 5cm de espesor. Luego de unos días las lombrices estarán allí buscando nuevo alimento.

 

Si necesitamos desocupar el módulo antes de tiempo, podemos retirar el compost cuando se haya estabilizado (cuando esté oscuro y sin olor) aunque no haya logrado su madurez, dejándolo madurar en un lugar no expuesto a la lluvia ni el sol.

                                                         

Y si tenemos más módulos, podemos dejar que termine su maduración y su secado debajo del módulo con canilla.

 

 

 

Lixiviado

La descomposición de los residuos orgánicos siempre genera líquido. Cada tanto abrí la canilla, recolectado y diluí esa cantidad que obtengas en 10 partes iguales de agua. Con esto regá tus plantas, es una forma natural de fertilizarlas.

 

 

Cosecha

El compost estará listo (estable y maduro) cuando:

-Hayan pasado entre 3 y 6 meses desde que tiramos por última vez los residuos.

-Se encuentra a temperatura ambiente

-No se pueden identificar los residuos que se vertieron

-El color es oscuro o negro similar al café;

-El olor es como a tierra mojada.

 

   Tamizamos el abono

    .    Una vez seco, lo extraeremos de la compostera y podremos tamizarlo, aplicarlo directamente o guardarlo en una bolsa de red.
Al final del proceso, el compost tendrá material leñoso (grueso) que no alcanzó a degradarse; tal como ramitas, cáscaras de frutos secos o carozos de frutas, que podremos volver a compostar.

 

 

 

Problemática

La generación de residuos es uno de los principales problemas ambientales, económicos y de salud del planeta. A nivel mundial, se estima que se generan 4000 millones de toneladas de residuos por año y, en nuestro país, cerca de 20 millones. Las prioridades son reducir, reusar y reciclar los residuos sólidos urbanos.

 

Reducir

Los residuos producidos en un hogar pueden parecer pocos, pero si tomamos los que se generan todos los días en millones de hogares, son considerables y resultan en verdaderas montañas cuando llegan a los sitios de disposición final.

Según el lugar, la época del año, el nivel socioeconómico, entre otros factores, se estima que del 30 al 60 % del peso de la bolsa de basura que generamos en nuestros hogares es orgánico.

Una familia que consume comidas elaboradas en el hogar y su dieta incluye frutas y verduras, genera en promedio más de cuatro veces residuos orgánicos que otra familia que consume comida rápida.

Los residuos orgánicos son biodegradables ya que pueden convertirse, mediante procesos biológicos y mecánicos adecuados, en enmiendas orgánicas. En cambio, su degradación sin control, puede generar gases, líquidos (lixiviados), provocando olores desagradables, riesgos sanitarios, gases con efecto invernadero y contaminación de suelos y napas.

 

 

Por la acción individual

Si una persona composta 100 kg de residuos orgánicos por año, obtiene 30 kg de abono. Si varios vecinos (ejemplo 600 habitantes) sostienen esta nueva práctica, a lo largo de un año se evitarán la emisión de 120 kg de COequivalente, el consumo de 1,2 litros de petróleo y la degradación de medio metro cuadrado de suelo de un bosque.

 

Por la acción colectiva

Con mayor cantidad de vecinos compostando, es posible disminuir la frecuencia de recolección, la cantidad de traslados al sitio de disposición final y las actividades de compactación y venteo de gases en el enterramiento. Los impactos ambientales de la gestión integral de los residuos se reducen significativamente en la medida que más vecinos participan del compostaje.